Análisis DAFO – CAME. Reflexiones finales.

Análisis DAFO, reflexiones. Esta última entrada cierra la serie dedicada al análisis DAFO y su utilización en la elaboración del Plan de Comunicación de centro educativo. Se abordan una serie de reflexiones importantes fruto de la experiencia de quien las escribe.

En las entradas anteriores se presentó el análisis DAFO como herramienta a utilizar antes de cualquier planificación, con la intención de analizar la situación de partida de una manera sistemática y, a partir de dicho análisis, obtener una serie de acciones relacionadas con dicho análisis para

  • corregir nuestras debilidades,
  • afrontar las amenazas,
  • mejorar nuestras fortalezas y
  • explotar las oportunidades.

Tras el análisis y la obtención de acciones CAME se procede a la ordenación y agrupación de las mismas. Posteriormente se elige algún criterio de clasificación y se dispone, finalmente, de un conjunto de acciones organizados según su nivel de prioridad. Éstas acciones son las que se incorporan al Plan de Comunicación del Centro educativo si es que es este plan el que se está abordando.

Se incluyen a continuación para el análisis DAFO algunas reflexiones de manera que sirvan de ayuda a los centros que decidan trabajar con la herramienta DAFO y que son fruto de la experiencia particular del que escribe.

Respecto de los criterios para priorizar las acciones.

Se han citado tres criterios con distinto nivel de complejidad y de información aportada. El Centro debe decidir cuál de ellos adoptar.

El más sencillo (acciones abordables y no abordables) puede derivar en una gran cantidad de acciones que, en conjunto, resulten inabordables. Los centros y, particularmente, el profesorado implicado en las acciones de mejora siempre muestra mucha predisposición y buena voluntad. Suele coincidir que dicho profesorado es el que está también implicado en otro tipo de proyectos (de innovación, por ejemplo) o tiene otro tipo de responsabilidades en el Centro (gestionar la formación del profesorado, realizar entradas para el blog, etc.). Con el curso avanzando, este profesorado termina por abarcar demasiadas responsabilidades, aparte de la labor docente, y, suele coincidir, que las labores de comunicación del Centro quedan aparcadas por no ser consideradas ni urgentes ni importantes. Por tanto, un criterio sencillo como el de abordable o no abordable puede que no sea lo más conveniente.

El método más complejo, con tres criterios, lleva a tener priorizadas las acciones con más niveles, por lo que se puede decidir hasta dónde llegar e, incluso, decidir que si se llega a un nivel más adelante se puede valorar modificar a la baja en puntuación el criterio de corte. Las acciones están ordenadas, por lo que no hay mayor problema.

En cualquier caso, es el propio Centro el que tiene que verse en las distintas tesituras y mejorar el proceso de decisión cada curso. La mejora continua en los centros educativos no es una cosa inmediata. Además, los centros, por lo general, ya conocen sus dinámicas internas.

Sí quiere decir sí y no quiere decir no.

A la hora de planificar no son pocas las veces que dicha planificación evoluciona, por ser benevolente en el término, hacia cuestiones más personales del profesorado que está implicado en realizar las acciones. Las y los docentes, a lo largo del curso, van encontrándose más a gusto realizando unas acciones y no otras. Lo cual tiene como consecuencia que se realizan determinada acciones que tenían menor nivel de prioridad o, directamente, no se realizan.

En general, el profesorado implicado en este tipo de cuestiones de comunicación lo hace de manera voluntaria y sin que se vea reconocida su figura. Tampoco, por norma general, deja de realizar determinadas acciones para no hacer ninguna. Y a la buena voluntad no se le puede exigir demasiado, más allá de la implicación personal.

Por tanto, a la hora de decir si sí o si no, se debe ser consecuente. Intentar realizar las acciones que se ha decidido trabajar y olvidarse por completo de las que se ha decidido no trabajar, por lo menos durante el curso para el que dura la planificación.

En entradas posteriores se trabajará el seguimiento de la planificación y su evaluación final.

La acciones y la priorización puntuada han perdido el carácter subjetivo.

Las fase inicial de realización del DAFO incorpora un componente subjetivo y emocional importante, distintas personas observarán distintas aspectos y todos tendrán sus matices. Además, en función del tipo de planificación cada cual “barrerá para su casa”. Este tipo de actitudes son bastante normales en los centros educativos, el trabajo en equipo consiste precisamente en eso, en dar a lo individual una respuesta colectiva. El DAFO hay que verlo también como una oportunidad para fomentar este tipo de intercambios siempre enriquecedores.

Pero una vez se haya alcanzado la priorización final ya no hay subjetividad que valga, las acciones son las que son y estarán propuestas y ordenadas de determinada manera. Y el resultado final debe ser asumido por el Centro, ya sea porque el conjunto de las partes implicadas así lo ve, ya sea porque el equipo directivo así lo determina.

Sobre el alcance del Plan.

Las implicaciones del Plan de Comunicación de centro educativo se extienden, como no puede ser de otra manera, a todos los ámbitos del Centro: dirección, departamentos, la propia docencia, la tutoría, etc. Esto debe ser tenido en cuenta en todo momento a la hora de la propuesta de acciones. No tiene sentido proponer una acción para un ámbito sabiendo de antemano que no va a ser realizada. Es decir, el alcance del Plan de Comunicación, o de cualquier otro, debe estar bien delimitado conociendo la realidad del Centro. Una actitud proactiva del equipo directivo abre muchas puertas y tiende muchos puentes, pero también tiene sus límites. Son los propios centros los que conocen sus dinámicas internas.

Empezar por lo sencillo.

A la hora de abordar un plan como el Plan de comunicación de un centro educativo no conviene inventar la rueda ni lanzarse a cambiar el Centro en su conjunto.

Lo importante y relativamente más fácil suele ser aquello que empieza a abrir las puertas de la mejora. Este aspecto es importante para no agobiarse al principio y para que la sistemática de trabajar sobre un DAFO del que terminar con una planificación se convierta, precisamente, en eso, en sistemática anual. Lo importante es empezar y ver que la planificación sigue su curso. En entradas posteriores se trabajará el seguimiento de los distintos planes, entre ellos el de comunicación.

El mundo de la empresa ha entrado a fiscalizar el trabajo en los centros.

Análisis DAFO más reflexiones. Este argumento, más propio de los centros públicos que de los privados, suele ser un obstáculo cuando se plantean dinámicas como el DAFO que proviene del mundo empresarial. En los centros educativos chirría muchísimo cualquier herramienta que tenga un origen en el mundo de la empresa, por lo menos en una parte no minoritaria de los claustros. Cuando precisamente debería ser al contrario, si en la empresa ha sido probada y funciona, será porque algo tiene. ¿Cuál es el problema en usarla?

No tenía esta entrada planteado lanzar el debate, pero tras doce años encargado del Sistema de Gestión de la Calidad de un centro educativo sí que se ha evidenciado la utilidad de la misma, tanto que ha sido incorporada en la planificación. Argumentar que determinadas herramientas no deben ser utilizadas porque su origen está en la empresa industrial quizás responde simplemente a profesorado inmovilista y poco innovador, si es que un DAFO tiene algo de innovador. O quizás el problema se encuentre en el desconocimiento y en apriorismos injustificados. Ahí la formación y la información tienen mucho que decir. Las herramientas son el uso que se hace de ellas y no el origen que tienen.

Sobre la interiorización de las herramientas.

Realizar un análisis DAFO porque sí, porque La ventana del cole lo ha propuesto, o por cualquier otra razón que no sea interiorizarlo como herramienta para la planificación no tiene sentido. Y como tal debe usarse. Tras el análisis DAFO y las reflexiones, los resultados del mismo devendrán en acciones en función del objetivo planteado, y esas acciones requieren de una ejecución, un seguimiento y una evaluación.

El claustro, la comisión de coordinación pedagógica o, en este caso, el equipo de comunicación deben entender previamente la utilidad de la herramienta, cuándo y cómo usarla.

Estas etapas deben ser sistemáticas y el Centro debe ver su utilidad. En caso contrario lo mejor es abandonarlas.

Sobre la comunicación del proceso y de los resultados.

No tiene ningún sentido estar planificando la comunicación y no comunicar que está planificando dicha comunicación. Las partes interesadas van a aportar en la medida que se les tenga en cuenta y, por tanto, deben ser tenidas en cuenta en todas las fases.

Esta comunicación, finalmente, cierra el círculo. La participación debe ser así, si no no es participación. Y en los centros educativos esto es fundamental. Las dinámicas poco transparentes terminar por generar suspicacias y desconfianza. En los centros grandes va a ocurrir con toda probabilidad, ya se sabe que nunca llueve a gusto de todo el mundo. Pero si se pide implicación se ha de corresponder con resultados de para qué se ha pedido implicación. El esfuerzo es importante, pero merece la pena.

Análisis DAFO, reflexiones: la última.

Tras cuatro entradas dedicadas a la utilización del DAFO para comenzar una planificación ya sólo queda ponerlo en práctica.

Si tu centro ya lo ha usado y quieres transmitir la experiencia no dudes en usar los comentarios de esta entrada o, mejor aún, pasar a formar parte de la Comunidad de La Ventana del Cole y compartir qué ha supuesto el proceso, qué resultados se han obtenido, qué dificultades han surgido.

+info.

Análisis DAFO.

CAME: del DAFO a la acción.

DAFO y CAME: priorización de acciones.

Origen del análisis DAFO según la Wikipedia.

Imagen de la infografía por Flaticon.

Share:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.